Saltaa!!

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lunes, 10 de mayo de 2010

¡¿Qué suerte tenemos de ser alumnos de la Carlos 3!?

Mil disculpas por no actualizar como es debido. Creo que es comprensible dada las fechas en las que nos encontramos. La semana pasada fue un tanto caótica en mi lugar: muchos trabajos, entregas, algún examen, y algo que se salía de la rutina, la visita de nuestro ministro de Interior Alfredo Pérez Rubalcaba. ¡Qué suerte tenemos de ser alumnos de la Carlos 3!

El pasado 5 de la Mayo, tuvimos la suerte de poder asistir a una ponencia y coloquio de nuestro ministro A. P. Rubalcaba sobre LIBERTAD y seguridad, pero sobre todo ver el hermoso cariño que nuestro fundador Gregorio Peces Barba tiene hacia el ministro, y cito explícitamente: “Es uno de los mejores políticos, por no decir el mejor”. Espero que en sus cenas más íntimas el ministro le cuente más que a los asistentes a la conferencia…

En cuanto al asunto tratado, era un tema muy extenso y actual, dada la masiva vigilancia a la que estamos expuestos hoy en día los ciudadanos. Algo completamente destacable, es la directa relación que estableció entre Internet y el terrorismo, pues el ministro expuso que gracias a este medio los terroristas son capaces de potenciar el miedo y la inseguridad en la sociedad. Creo que la culpa no es del medio, sino de su vaga legislación, pues si los políticos no se limitaran a criticar la labor del otro, tendrían un mínimo de tiempo para hacer cosas útiles.

Otra idea que al fin puedo defender, es la posición del estado democrático en lo referente al tema del tema, pues como dijo Rubalcaba: “Lo que no consiguió la política restrictiva de la dictadura, lo hará la democracia”. Tan solo a través del respeto y la tolerancia será posible este cambio que todos los ciudadanos deseamos.

En definitiva, el mantenimiento del equilibrio entre Seguridad-Libertad es necesario en nuestra sociedad. En ningún caso la Seguridad puede invadir el campo de la Libertad, pues aunque los acontecimientos cambien el rumbo de nuestras sociedades, debemos al menos mantener nuestra posición como sociedades democráticas y no dejarnos llevar por el pánico en caliente. Si se respeta la libertad, habrá una mayor seguridad, pues no existe entre ambas ninguna contradicción.

Acabo esta entrada de la misma forma que el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba terminó su conferencia:

"El que no puede corregir la conducta de los ciudadanos sino suprimiéndoles las comodidades de la vida, debe confesar que no sabe gobernar a hombres libres" (Tomás Moro, Utopía)

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